Tortillas elaboradas con maíz criollo, una punta de lanza fabricada en obsidiana, una vasija de barro amarillo… La herencia del pueblo teotihuacano permanece en la Casa de los Dioses.
Entre julio y septiembre es la temporada de chinicuiles o gusanos de maguey
- Taller Arte en obsidiana Campos (Minerva 10, Segunda del 57 s/n, San Francisco Mazapa. L-D 9 a 20 h. T 55 1477 7015, nacimiento-y-arte-en-obsididana.negocio.site)
- En los barrios alrededor de las pirámides encontrarás varios talleres familiares de alfarería a los que puedes llegar caminando. Busca el del maestro Pedro Soberanes Galicia, uno de los alfareros más reconocidos de la región.
En La Gruta (Circuito Arqueológico, Av. del puente s/n, San Francisco Mazapa, L-D 8 a 18 h. WA 55 5191 9799, www.lagruta.mx, IG @lagrutamx), a unos pasos de las pirámides, prueba el mixiote de pollo con xoconostle, el mole y la barbacoa, tres de sus platillos insignia.
En Agroindustrial Teotihuacano (Francisco I. Madero 5, Centro, San Martín de las Pirámides. L-D 9 a 18 h. WA 55 3217 8318) venden productos elaborados a partir de xoconostle, tuna y nopal.
- Posada Colibrí (Prol. Miguel Hidalgo 37, San Juan Teotihuacán. T 594 933 2025, posadacolibri.com, IG @posadacolibrimx) se encuentra en el casco de una hacienda del s. XVIII y su decoración es contemporánea.
- Hotel Quinto Sol (Av. Hidalgo 26, Centro, San Juan Teotihuacán. WA 55 3853 4870, hotelquintosol.mx), además de habitaciones, alberca y restaurante, cuenta con temazcal y servicios de spa.
Después de recorrer las pirámides del Sol y de la Luna, puedes sentarte a comer un taco de escamoles en La Gruta, un restaurante dentro de una cavidad volcánica. Es buena idea, pero es sólo la primera capa de una experiencia más profunda en Teotihuacán.
Ese taco, en realidad, es parte de una revolución nacional. Está hecho con maíz criollo teotihuacano, uno de los más de 60 tipos de maíces nativos que existen en México y que se encuentran en peligro de extinción ante la implacable industria de los transgénicos. La diferencia es notable: la tortilla hecha con maíz criollo tiene un sabor más dulce y carnoso, y una consistencia más flexible pero resistente.
Carlos Cedillo, chef de La Gruta y nieto de los fundadores, inició un proyecto colaborativo con campesinos locales para impulsar el cultivo sustentable de los maíces nativos. Su iniciativa cuenta ya con 30 productores y ha logrado fortalecer el tejido social del valle, ya que muchos, en vez de migrar, le han apostado al campo como sustento. Así que cuando te comas esos taquitos hechos con maíz criollo, estarás participando en la lucha por la soberanía alimentaria de Teotihuacán.
Otra forma de involucrarte con la comunidad teotihuacana es a través de las artesanías típicas. Si compraste un silbato de barro o una figurita de obsidiana en la zona arqueológica, debes saber que están cargados de historia y un poco de misticismo. La obsidiana ha estado en la cultura teotihuacana desde sus orígenes. Con ella se hacían herramientas, objetos decorativos y amuletos —de ahí deriva la creencia de que esta piedra volcánica tiene una carga energética protectora-–.


En los talleres de alfarería, encontrarás vasijas, máscaras y figuras de dioses prehispánicos hechas con barro negro, amarillo o rojo; sin embargo, cada artesano tiene su estilo propio. Es en esa creatividad donde radica el valor y la belleza de estas artesanías. Y es que hay otra manera de experimentar Teotihuacán: con menos foco en lo turístico y más interés en los esfuerzos de su gente por mantener viva la cultura de una de las más importantes y misteriosas civilizaciones mesoamericanas.