Villa del Carbón es un lugar con numerosas sorpresas, desde un poblado cubierto por agua cuando se creó una presa hasta decenas de talleres donde se fabrican botines charros.
Todo el año
- Museo La Casa del recuerdo de Ofe (Juárez 5, Centro. S-D 10 a 18 h [entre semana puedes ir con cita]. T 561 703 5975, FB @La Casa del recuerdo de Ofe)
- Recorrer en kayak la presa Taxhimay (Zona Taxhimay. L-D 9 a 18 h)
- Disfrutar las vistas desde la cúspide del Cerro de la Bufa (Villa del Carbón. L-D 9 a 18 h)
- Rincón Brujo Terraza Jardín (Vicente Barrera 26, Centro. L-V 9 a 18 h, S 9 a 20 h, D 8 a 20 h, T 588 913 0056, FB @elrinconbrujovilladelcarbon) sirve platillos mexicanos en un ambiente campestre
- Xocolarte (Isidro Fabela 6, Centro. L-S 9 a 20 h, D 10 a 20 h, T 631 690 1955, WA 631 162 2227, www.xocolarte.mx) es un negocio familiar de cafeterías y pastelerías en la región
- Unos botines charros en Vica Santillán (Manzana 011, La Bellota. L-D 9:30 a 19:30 h, WA 55 2110 6872, FB @Vica Santillan botas y botines)
- Hotel Los Sauces (Rafael Vega 5. T. 58 8913 0566, FB @hotellossaucesvilla)
- Woodzen Glamping (Loma de las Cuevas, Santa Catarina. WA 55 2947 4051, FB @woodzen)
Desde un templo en medio del agua hasta talleres en donde puedes ordenar unos botines charros a la medida, Villa del Carbón es un pintoresco poblado lleno de curiosidades. Como su nombre lo sugiere, en el pasado sus pobladores se dedicaron a la extracción de carbón, pero ahora su vocación es biocultural y artesanal.
En el centro te darán ganas de caminar por la plaza Hidalgo y visitar la parroquia de la Virgen de la Peña de Francia, una imagen española cuya fiesta se celebra el 8 de diciembre. Luego querrás recorrer sus tiendas y talleres, especialmente los dedicados a la fabricación de botines charros. Existen unos 120 talleres que producen de ocho a diez mil pares a la semana. El trabajo sigue siendo familiar y artesanal; los más famosos son los Vica Santillán, quienes se dedican a su manufactura desde 1975. En tu visita podrás adquirirlos y también conocer el proceso desde que se suaja la piel hasta que se empaqueta.
Fuera de la población, sus bosques y las actividades que puedes realizar ahí ameritan la visita. Otro motivo es la presa Taxhimay. En 1935, el presidente Abelardo L. Rodríguez ordenó su creación para abastecer de agua al estado de Hidalgo y por ello los habitantes del poblado otomí de San Luis de las Peras tuvieron que abandonarlo. De aquel pueblo solo queda la torre de la que fuera la iglesia de San Luis Rey de Francia, sobresaliendo en el agua. Puedes rentar una lancha y remar hasta ella pues se trata de un paisaje singular.
La presa tiene más de 365 hectáreas y una profundidad de unos 50 metros. Además de lanchas, se rentan kayaks y hay uno que otro yate; quienes se quedan en tierra también encuentran rutas increíbles para bici de montaña o para realizar una cabalgata.


No puedes irte sin subir a la Peña de la Bufa, un cerro con elevación de 3 400 metros sobre el nivel del mar. Desde el mirador apreciarás riachuelos, valles y la presa de Llano que desde las alturas se ve más bonita. Si te animas a subir un poco más, llegarás a la cima con una recompensa: el nacimiento de un manantial que luego se transforma en río y cascada.