Vestigio de la evangelización de los primeros frailes en lo que hoy es México, esta capilla es reivindicación del arte prehispánico y ejemplo de sincretismo religioso.
Todo el año. El verano es temporada de luciérnagas y pueden verse en diversos parques alrededor de Tlalmanalco.
- Visitar la Casa del Tezontle en el Centro Histórico.
- Indispensable es la capilla abierta, considerada una de las más bellas de México y probable tumba de fray Martín de Valencia (Fray Martín de Valencia s/n, Centro. M-D 10 a 17 h).
- Conocer los periodos históricos de Tlalmanalco en el Museo Comunitario Nonohualca (Fray Martín de Valencia s/n, L-V 9 a 13 h).
- Disfrutar la iglesia de San Luis Obispo de Tolosa con su impresionante retablo salomónico (Fray Martín de Valencia s/n, Centro).
- Los tacos de cecina de don Fermín, en el mercado San Rafael.
- El Cenador restaurante (Carretera federal México-Cuautla km. 18.5, Ixtapaluca. T 56 2595 8325, IG @rancholamesaoficial) sirve desde pizzas hasta molcajetes y antojitos mexicanos.
Rancho la Mesa (Carretera federal México-Cuautla km. 18.5, Ixtapaluca. WA 56 3090 1140, IG @rancholamesaoficial)
Al oriente del Estado de México se encuentra un lugar envuelto en una zona boscosa llena de mitos y leyendas: Tlalmanalco. Es un rincón lleno de autenticidad e historias que te harán sentir el cariño que se le tiene a cada construcción. Irving Ramírez, artista plástico e historiador, expresa su amor por este sitio que ha sido su entorno desde niño, donde ha jugado y corrido. En Tlalmanalco se respira arte, su potencial cultural y artístico atrajo la atención de los mexicas para conquistar el corazón tlacuilohcan, que en náhuatl significa “lugar de artistas”.
El arte de la región te impactará cuando te encuentres frente a una joya arquitectónica del siglo XVI: la capilla abierta. Contempla el trabajo en cantera realizado con maestría por los indígenas que se fusiona con la introducción de la fe católica española. En los detalles podrás apreciar calaveras, flora y fauna; además, notarás las cinco piedras en forma de chalchihuite, que están relacionadas con el cinco pedernal del calendario prehispánico, momento en el que se cree que se inició la construcción de esta capilla, alrededor de 1560. Aunque no hay registros precisos, la magnificencia de este lugar te invita a imaginar y maravillarte ante su misterio y esplendor.
En el centro histórico, la Casa del Tezontle destaca con su imponente fachada de estilo novohispano. Aquí la historia se mezcla con la leyenda, pues se dice que este lugar fue hogar de Fernando de Alva Ixtlixóchitl, descendiente de Nezahualcóyotl. Los españoles lo enviaron para actuar como intermediario entre los indígenas, el catolicismo y los asuntos laicos españoles. La historia del pueblo indica que fray Juan de Rivas y otros 12 franciscanos llegaron y en 1525, incendiaron el templo prehispánico para dar paso al Tlalmanalco novohispano.


En 1988, por iniciativa de personas locales, se fundó el Museo Nonohualca, que resguarda una colección comunitaria, conformada gracias al esfuerzo colectivo que resalta la riqueza cultural de esta región. Este lugar te sumerge en diferentes etapas de la historia del territorio, las piezas exhibidas de barro o talladas en piedra plasman y recapitulan los estilos teotihuacanos y olmecas. Admira estas obras que te conectarán con tus raíces y déjate cautivar por la historia que te susurre cada pieza.